viernes, 15 de junio de 2018

Cómo funciona la esperanza

Del libro "Homo Deus", de Yuval Noah Harari:

Según un protocolo ampliamente utilizado, se toman cien ratas (para tener fiabilidad estadística) y se coloca cada rata dentro de un tubo lleno de agua. Las ratas se esfuerzan sin cesar por salir del tubo, sin éxito. Pasados quince minutos, la mayoría de las ratas se rinden, dejan de moverse y se limitan a flotar en el tubo, apáticas ante su entorno.

Ahora se cogen otras cien ratas y se las pone dentro de los tubos, pero se las saca de estos a los catorce minutos, justo antes de que estén a punto de perder la esperanza. Se las seca, se las alimenta, se les permite descansar un poco… y después se las vuelve a meter en los tubos. Esta segunda vez, la mayoría de ratas forcejea durante veinte minutos antes de rendirse. ¿Por qué esos seis minutos adicionales? Porque el recuerdo del éxito anterior dispara la liberación de alguna sustancia bioquímica en el cerebro que insufla esperanza a las ratas y retarda la aparición de la desesperación.


Los escépticos podrían objetar que toda esta descripción humaniza innecesariamente a las ratas.
Realizar experimentos con ratas puede ayudar a las empresas a desarrollar esta píldora mágica solo si presuponen que el comportamiento de las ratas está acompañado de emociones como las humanas. Y, efectivamente, este es un supuesto común en los laboratorios de fármacos psiquiátricos.