viernes, 24 de mayo de 2013

La incertidumbre

Existe una diferencia abismal entre el riesgo y la incertidumbre.
Se entiende por riesgo la posibilidad de que ocurra un contratiempo. Por incertidumbre se entiende la situación en la cual no se sabe cierta cosa con seguridad.
Usted no puede predecir el futuro de una manera fiable basándose en acontecimientos pasados.

En su libro "El cisne negro: el impacto de lo altamente improbable", Nassim Nicholas Taleb, describe los peligros de la incertidumbre. Por muy estables o predecibles que parezcan las cosas, los impredecibles cisnes negros pueden cambiarlo todo en un instante.
La expresión "cisne negro" se utilizaba en el siglo XVI para referirse a algo que era imposible o inexistente, porque cualquiera sabía que los cisnes eran blancos. Con que apareciera un solo cisne negro, la hipótesis quedaría invalidada, y eso fue lo que ocurrió cuando en Australia se encontraron cisnes negros en 1697.

Usted no puede saber con antelación si esos cisnes negros aparecerán, lo único que puede hacer es ser flexible, estar preparado y tener una buena capacidad de recuperación.
Ni siquiera un estudio exhaustivo y avalado por innumerables datos históricos le podrá ahorrar la incertidumbre.

Son muchos quienes hacen negocio vendiendo certidumbres, pero eso es imposible. La predicción, la previsión y otras formas de adivinación gozan de mucha popularidad porque generan la fantasía de que el futuro es cognoscible y controlable. Si existiera una manera de predecir los precios de la gasolina o las tasas de intereses, las personas que tuvieran esos conocimientos mágicos serían inmensamente ricas y no tendrían ninguna necesidad de venderle nada a usted.

En lugar de obsesionarse con predecir amenazas desconocidas, canalice usted su energía en potenciar su capacidad de manejar las situaciones inesperadas. Aprender a ser flexible y a reaccionar ante la incertidumbre en un escenario posible le resultará más útil que fingir que es un vidente.

"Quien sobrevive no es el más fuerte de la especie, ni el más inteligente, sino quien reacciona mejor ante el cambio". Charles Darwin.


Del libro "The Personal MBA: Master the Art of Business", de Josh Kaufman.

lunes, 6 de mayo de 2013

Memento mori (recuerda que morirás): Mensaje oculto en una obra de arte

Hans Holbein, el joven, pintó su cuadro "Los embajadores" en 1533.
En él se retrata a dos personas poderosas: Jean de Dinteville, embajador de Francia, y Georges de Selve, obispo. Apoyados en un mueble lleno de objetos, éstos representan el poder, conocimiento y riqueza de la que gozaban estos personajes.


La obra está cargada de mensajes simbólicos pero quizás el mas interesante sea el que está a sus pies, frente a ellos. Es un objeto inentendible a primera vista que durante mucho tiempo intrigó a los estudiosos de la obra.
Se trata de una "anamorfosis", es decir, una imagen distorsionada que solo puede verse correctamente desde cierto ángulo (también en el reflejo de una cuchara, como se cree que el autor la pintó). Se trata de un hábito frecuente en la obras del renacimiento.
Es una calavera, que simboliza la mortalidad.
El artista nos esta diciendo de este modo que no importa cuanto poder y riqueza se acumule, seguimos siendo mortales.

La frase usada para ésto en la Antigua Roma era "Memento mori" (recuerda que morirás), en el sentido de que debe recordarse nuestra mortalidad.
Un siervo se encargaba de decir ésto cuando un general desfilaba victorioso por las calles de Roma, para evitar la soberbia.

domingo, 5 de mayo de 2013

Consejos sobre contratación de una compañía de software


37signals es una empresa que desarrolla productos utilizados por millones de usuarios en todo el mundo.

La ridiculez de los currículos
Todos sabemos que los currículos son una broma. Están repletos de «verbos de acción» que no significan nada. Incluyen una lista de puestos de trabajo y responsabilidades que en el mejor de los casos son vagamente reales.
Lo que tú buscas es un candidato que realmente esté interesado en tu empresa, tus productos, tus clientes y tu trabajo.
¿Y cómo se encuentra este tipo de candidatos? Lee detenidamente su carta de motivación. En estas cartas se ve su capacidad de comunicación real y no sólo una lista de habilidades, verbos y experiencias sin ninguna relevancia.
Si el primer párrafo es un desastre, el segundo tendrá que ser excelente. Si tu instinto te dice que hay posibilidades de llegar a algo, da el paso y convoca una entrevista.

Contrata directivos de sí mismos
Los directivos de sí mismos son personas que se marcan sus propios objetivos y los llevan a cabo. Hacen lo que haría un directivo: marcar el ritmo, distribuir tareas, determinar lo que hay que hacer, etc.; pero lo hacen para ellos mismos.
Este tipo de gente te libera de tener que supervisar. Cuando les dejas a su aire, te sorprenden con lo que pueden conseguir. No necesitan ni mucho apoyo ni control.
¿Cómo puedes identificarlos? Fíjate en sus antecedentes. Han marcado el ritmo allí donde trabajaron con anterioridad.
Buscas a alguien que sea capaz de desarrollar algún proyecto desde la base y que lo haga crecer. Este tipo de directivo te permite liberar al resto de tu equipo para que pueda avanzar más y gestionar menos.

Somete a una prueba piloto a tus empleados
Algunas personas hablan como profesionales pero no trabajan de igual forma. Necesitas valorar el trabajo que pueden hacer para ti, no el trabajo que dicen que hicieron en el pasado.
La mejor forma de hacerlo es viéndoles trabajar. Contrátalos para un proyecto pequeño, incluso si es sólo para veinte o cuarenta horas. Verás cómo toman sus decisiones. Podrás darte cuenta del tipo de preguntas que hacen. Podrás juzgarlos por sus actos y no sólo por sus palabras.
Cessna, el fabricante de aviones, dispone de un ejercicio consistente en un juego de rol que simula la jornada de un ejecutivo.
Los candidatos se enfrentan a informes, tienen que tratar con clientes (falsos) enfadados, y resolver otro tipo de situaciones.
Cuando te enfrentas a una situación de trabajo real, la verdad sale a la superficie. Una cosa es leer un currículum o hacer una entrevista. Otra muy distinta es trabajar con alguien.


Del libro "Reinicia", de Jason Fried y David H. Hansson, cofundadores de 37signals.

jueves, 2 de mayo de 2013

Los mejores están en cualquier parte


Del libro "Reinicia", de Jason Fried y David H. Hansson, cofundadores de 37signals, empresa de software que desarrolla productos utilizados por millones de usuarios en todo el mundo:

"Es una locura negarse a contratar a los mejores por la simple excusa de que están lejos. Sobre todo hoy en día que existen tantos medios que facilitan el contacto online de todos con todos.
Nuestra sede central está en Chicago, pero más de la mitad de nuestro equipo vive en otros lugares. Tenemos gente en España, Canadá, Idaho, Oklahoma y otras partes. Si nos hubiéramos limitado a buscar personas sólo en Chicago nos habríamos quedado sin la mitad del maravilloso equipo que tenemos.
Para asegurarte de que estás en contacto con tu equipo del resto del mundo intenta contar con algunas horas al día en que se solapen vuestras jornadas laborales. Es muy complicado trabajar si los husos horarios no coinciden en absoluto. Si te encuentras en esta situación, alguien tendrá que alterar su jornada ligeramente y empezar antes o acabar más tarde para poder coincidir. Pero no necesitas coincidir ocho horas. (De hecho, hemos comprobado que es mejor no coincidir totalmente porque así dispones de más tiempo en solitario.) Entre dos y cuatro horas de solapamiento deberían bastar.
También deberíais veros cara a cara de vez en cuando. Es recomendable juntarse cada pocos meses. Nosotros nos esforzamos para que nuestro equipo se reúna unas cuantas veces al año. Son unas oportunidades excelentes para repasar avances, discutir lo que funciona y lo que no, planificar el futuro, y ponernos al día a nivel personal.
La geografía ya no importa tanto. Contrata talento, independientemente del lugar donde se encuentre."